Colombia ha sido un faro de esperanza democrática en nuestra región durante décadas, pero el intento de asesinato del candidato presidencial Miguel Uribe es una señal alarmante de retroceso. Mis oraciones están con él, su familia y con todos los colombianos que hoy sienten miedo, frustración e indignación. Este acto no es solo un ataque contra un hombre: es una agresión directa a la democracia misma, alimentada por la peligrosa y radical retórica de izquierda que emana desde los niveles más altos del gobierno colombiano. Esta es la izquierda asesina que quiere destruir la democracia en Colombia. Los responsables deben enfrentar la justicia, y el presidente Petro debe tomarse en serio su deber de proteger a todos los funcionarios públicos sin excepción. Como recaudador de impuestos del Condado de Miami-Dade, expreso mi solidaridad inquebrantable con el pueblo de Colombia y con una de las democracias más antiguas de América Latina.
Dariel Fernandez
Recaudador de Impuestos del Condado Miami-Dade